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Tajo, el nuevo espacio en la Juárez donde el mezcal se encuentra con el mar

  • Foto del escritor: Jaydee Turru
    Jaydee Turru
  • 1 sept
  • 2 Min. de lectura
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La colonia Juárez siempre ha sabido reinventarse. Entre fachadas porfirianas, bares de autor y cocinas contemporáneas, ahora suma un nuevo protagonista que promete convertirse en ritual ineludible para los amantes de la hospitalidad mexicana: Tajo, Pasillo de Mezcal.


Más que un bar, Tajo es un homenaje vivo al mezcal, esa bebida que guarda en su humo la fuerza de la tierra y la memoria de los pueblos. Aquí, más de 70 etiquetas de distintas regiones del país conviven con una propuesta inesperada: el mar como aliado natural del agave.


Mar y mezcal, un encuentro inesperado

Lejos del cliché que asocia mezcal únicamente con cocina oaxaqueña, Tajo propone un diálogo fresco. En su barra desfilan ostiones, ceviches y tostadas de pesca del día, creados por Alex Reyna —conocido por su trabajo en Taller de Ostiones y Barra Baja California Sur—, quien logra que cada bocado sea una llave que abre nuevas notas en la copa.



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Coctelería que cuenta historias

El mezcal aquí también se bebe con irreverencia y arte. José Javier Mendoza, mixólogo detrás de la carta, rinde tributo a lo popular y lo medicinal: tragos contemporáneos, balanceados, con guiños a la herbolaria y a la cultura mexicana. Cócteles pensados tanto para quienes veneran la bebida como para quienes apenas se acercan a ella.


El corazón del agave en cada detalle

El diseño del espacio no pretende disfrazar nada: barro, materiales expuestos y una barra larga y abierta invitan a compartir. Es un sitio donde la celebración es colectiva, donde lo mexicano se respira en un tono actual y cosmopolita.




El gesto que lo inspira

“En el arte de hacer mezcal, todo comienza con un corte. El tajo es ese momento exacto en el que la coa del jimador penetra el agave, separando con maestría las hojas para revelar su corazón: la piña. Es un acto de fuerza, tradición y respeto por la tierra”.


Ese gesto ancestral da nombre al proyecto y lo atraviesa de principio a fin. En Tajo, cada trago es una herida dulce al agave, una ofrenda líquida que nace del fuego, del tiempo y del tajo.


En pleno corazón de la Juárez, Tajo Pasillo de Mezcal es más que un bar: es un territorio de encuentros, donde el agave dialoga con el mar, la coctelería se vuelve relato y la hospitalidad sabe a México, ubicado en Versalles 94, colonia Juárez.

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