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Santo Habanero: la Roma se saborea entre tradición y cocina de autor

  • Foto del escritor: Jaydee Turru
    Jaydee Turru
  • 29 sept
  • 2 Min. de lectura
Foto: Rodrigo Agraz y Alberto García, propietarios del Santo Habanero
Foto: Rodrigo Agraz y Alberto García, propietarios del Santo Habanero

En pleno corazón de la Colonia Roma late un espacio que ya se ganó un lugar en la lista de imperdibles para los amantes de la buena mesa: Santo Habanero, un restaurante de cocina mexicana de autor que ha conquistado tanto a locales como a viajeros con su propuesta única, fresca y atrevida.


La idea detrás de Santo Habanero es clara: celebrar lo mejor de la gastronomía mexicana, reinventando sus clásicos sin perder su esencia. Aquí conviven los sabores de siempre

-como un pozole de esos que curan el alma, tacos ahogados que abrazan con intensidad, cochinita pibil que honra a Yucatán y chilaquiles que despiertan sonrisas mañaneras- con creaciones que sorprenden, o como los ya icónicos burrito rolls, un guiño del norte con un twist asiático que los hace memorables.


El menú no es estático, sino que evoluciona, cambia y se renueva. Así, cada visita se convierte en una experiencia distinta: lo que hoy pruebas puede no estar mañana, y lo que llega nuevo seguro será motivo de conversación.


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La atmósfera acompaña el recorrido: desde una cálida mañana familiar. o tardes vibrantes con ritmo, y noches que encienden el espíritu con luces bajas, velas y música que te invitan a brindar con la complicidad del lugar y los amigos. Santo Habanero no solo es cocina: es un lugar para quedarse, sentir y celebrar.


Su esfuerzo no ha pasado desapercibido. En 2024, el restaurante fue galardonado con el TripAdvisor Travellers’ Choice Awards, colocándose en el Top 50 de la CDMX, y en 2025 recibió un nuevo reconocimiento de Restaurant Gurú, reafirmando que la Roma guarda uno de los grandes tesoros culinarios de la ciudad.


Además, Santo Habanero piensa en todos: es pet friendly, abriendo sus puertas también a quienes llegan con sus compañeros de cuatro patas, porque la buena mesa también se disfruta en compañía.


Cada ingrediente es una historia: chiles del norte, salsas del sur, texturas del centro del país… todo converge en un solo espacio para recordarnos que México cabe en un plato, y que siempre hay algo nuevo por descubrir.


Santo Habanero no es solo un restaurante: es una invitación a saborear, compartir y celebrar la riqueza de nuestra cocina, con creatividad, respeto por la tradición y un sello inigualable que lo coloca ya como referencia de la colonia Roma en la Ciudad de México.

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