Marrano Rosa: el happening: 50 años de Wish you were here
- Antonio Carlin

- 26 sept
- 4 Min. de lectura

25 de septiembre. Arena Monterrey. La cita estaba marcada a las 9 de la noche y, a las 9 de la noche, el english way, con todo y reloj cronometrado La Ceremonia; porque un show de Marrano Rosa ya no es un simple show tributo a Pink Floyd, tal vez lo era hace 20 años (cuando se fundó la banda; la leyenda dice que “cansados de ver tributos chafas, se tenía que hacer un tributo bien hecho, ¡cómo debe ser!”), quizá hace 15 o 10 años: hoy un show de Marrano Rosa es ya una Ceremonia. Una Ceremonia de más de 3 horas. Una Ceremonia que acerca a las nuevas generaciones, que hace lagrimear y emocionar a las viejas generaciones; un espectáculo de láseres y visuales, que, para los que solo han visto la gira “Pulse” en video los hace viajar hasta Earls Court en Londres, solo que si abres los ojos estás en la Arena Monterrey y eres parte de “los que tienen que estar”.
Dividido en dos partes, el concierto (o Ceremonia si gustan que le sigamos nombrando así), estuvo lleno de antiguos clásicos, a “antiguos” me refiero a temas de los sesenta y temas de esa etapa de Floyd ya sin Roger Waters en las filas; todos ellos magistralmente interpretados por la agrupación regia. “Coming back to life”, “High Hopes”, el himno dedicado a la Madre Tierra: “Take it back” y lo que fue la gran sorpresa, para mí, y mi parte favorita: el Medley de Syd Barrett con “Lucifer Sam”; todas esas piezas acompañadas con imágenes en la pantalla (el Gran Ojo a lo 1984) de fondo del escenario, imágenes que van relacionadas a cada tema, y basadas en las escenas utilizadas por Pink Floyd en las giras de 1987 y 1994. Similares pero muy bien creadas, porque los años han pasado y algunos de los mensajes de los temas originales, escritas hace cincuenta o cincuenta y dos años, tienen que adaptarse a estos tiempos del Internet y las redes sociales. Menos “The Wall”, qué toca temas que siempre estarán presentes cómo la depresión, la salud mental y el bullying (desgraciadamente, es cierto) en las escuelas.
Imágenes proporcionadas por: Eduardo González/Novak Entertainment
ce encontraba rodeado de familiares de los músicos, sobrinos, sobrinas, tías, tíos etc… que después de terminar cada tema gritaban porras, sobre todo “al tío Kike” (Enrique Farias bajista). Algo que me parece formidable, todos esos chicos jamás van a escuchar un reggaetón o un “corrido tumbado”.
Me llegué a identificar con esos chicos, con la diferencia que, los de mi generación no teníamos internet, ni redes sociales, ni toda esa música al momento y al alcance de un “click”; yo, en mi caso, mi primer acercamiento con Pink Floyd fue en 1989-90; la Caída del Muro de Berlín, la televisión, la radio, las revistas de rock españolas que llegaban aquí seis meses tarde (también estaban las gringas como Hit Parader, por ejemplo), recuerdo que cada vez que se hablaba de la caída del Muro, la mención o, inmediatamente se acompañaba de una canción de Pink Floyd, de esa manera, ahorrando el dinero que me daban para gastar en la escuela, y mis “domingos”, podía juntar lo suficiente para ir a Galerías Monterrey y comprarme un cassette, a veces por semana (porque era lo más barato). Así, de mis primeros cassettes fueron: el The Wall y el The Wall en vivo en Berlín, de Roger Waters y amigos: ambos cassettes dobles.
Imágenes proporcionadas por: Eduardo González/Novak Entertainment
La segunda hora, después de un breve descanso de quince minutos según recuerdo, trajo consigo el momento cumbre de la noche: celebrar los Cincuenta años de “Wish you were here” al completo: “Shine on you Crazy Diamond” (compuesta para Syd) Partes I-V, “Welcome to the Machine” (tocada perfectamente, mi favorita), “Have a Cigar”, “Wish you were here”, la más emotiva y esperada, con imágenes en la pantalla de Syd, Richard Wright, David Bowie, Lemmy, Freddie Mercury, Vicente Fernández, Juan Gabriel, Michael Jackson y muchos más… y el final con las partes VI-IX de “Shine on you Crazy Diamond”.
Antes de eso: “Sheep” de mi álbum favorito de Floyd, de 1977, y con el discurso y partes en los visuales tomadas de la novela “Rebelión en la Granja”. En esa pantalla con forma de Ojo electrónico, muy a lo Big Brother de 1984, para uno, que se dedica a las letras, todo un orgasmo visual y musical.
Es demasiado difícil y complicado dejar fuera al Dark Side of the Moon, y de allí, “Time”, “Money” y otra que llama a la emotividad y es siempre de las más esperadas: “The Great Gig in the Sky”, dedicada a todas esas mujeres que han sufrido violencia o han sido víctimas de feminicidios, cosas que no deberían de suceder ni en esta ni en ninguna sociedad: y las interpretaciones, desgarradoras y a la altura del mensaje que se quiere hacer llegar: Liliana Vásquez, Fany Salazar y al final, en ese orden: Ana de Agüero, como ya había mencionado: Las Holidays mx.
El Gran final: “Comfortably Numb” y “Run like Hell”, el reloj ya pasaba de las 12.15 de la noche… una enorme y entrañable Ceremonia estaba por terminar. Esperemos, en el futuro muchas más, cómo hizo mención Roi Zerda, vocalista y guitarra de la banda: “Marrano Rosa tardó 20 años en estar en la Arena Monterrey”; que no sea la única ni última vez. Que muy pronto se tendrá que celebrar el cumpleaños de Animals… y ya lo estoy saboreando.
Un gran agradecimiento para Juan Martin Novak, mánager de la banda y por supuesto, a todos lo que hicieron posible la maravillosa noche de ayer. Marrano Rosa es: Roi Zerda guitarra y voz, Enrique Farias bajo y coros, Oscar Elizondo teclados, Rodolfo Rodríguez batería, Alfonso Delgado guitarra y coros, Oscar Botello teclados y sintetizadores, las coristas: Liliana Vásquez, Fany Salazar y Ana de Agüero, Gerardo Ávila Ceceña en el saxofón… pero también Marrano Rosa es: Gerardo Escamilla ingeniero de luces, Juan Carlos Aguilar ingeniero de Sala y David Nafte Mazún ingeniero de Monitores. Todos ellos Talento orgullosamente regio








































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