Sabores, luces y emociones: así se vivió el 34º Premio al Mérito Restaurantero
- Jaydee Turru
- 30 ago
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El Claustro de Sor Juana se iluminó con el aroma de nuestra cocina, el murmullo de aplausos y la emoción de una noche que reunió a lo mejor de la gastronomía mexicana. La 34ª edición del Premio al Mérito Restaurantero, organizada por la CANIRAC, no fue solo una ceremonia: fue una celebración de pasión, resiliencia y creatividad que vibra en cada plato servido en México y más allá de sus fronteras.
Una velada con alma
Bajo los arcos centenarios del Claustro, los protagonistas de la industria restaurantera se encontraron entre miradas cómplices y brindis de orgullo. Se celebró a quienes, desde cocinas tradicionales hasta innovadores laboratorios gastronómicos, mantienen encendida la flama que da identidad a México.
Ignacio Alarcón Rodríguez Pacheco, presidente nacional de CANIRAC, lo expresó con claridad: “Somos parte esencial de la vida de este país. Con creatividad y compromiso, fortalecemos esa columna vertebral que genera empleo, impulsa oportunidades y lleva a México al mundo, platillo a platillo.”
En ese mismo tono, Francisco Mijares, presidente del Premio, recordó que cada reconocimiento es más que un trofeo: “Detrás de cada galardón hay pasión, servicio y liderazgo. Cada homenajeado nos recuerda que la gastronomía transforma vidas.”
Los rostros de la excelencia
La noche brilló con nombres que inspiran. Germán González Bernal fue honrado con el Premio al Mérito Empresarial Restaurantero del Año, el máximo galardón. La cocina joven se celebró con Claudia Ruiz Sántiz (Chiapas), mientras que el corazón tabasqueño de Lupita Vidal la convirtió en Chef del Año.
La tradición tuvo su lugar con Honorina Arroyo Gómez (Tlaxcala), Cocinera Tradicional del Año, y la innovación cruzó fronteras con Rafael Covarrubias, distinguido como Chef Mexicano en el Extranjero.

Entre tragos, aromas y experiencias sensoriales, también brillaron Romina Mendoza (Sommelier del Año), Juan Carlos de la Torre (Barista del Año) y Jaime Morales López (Mixólogo del Año).
Espacios que cuentan historias
Los restaurantes reconocidos demostraron que un espacio gastronómico puede ser refugio, manifiesto y motor cultural. El Mural de los Poblanos (Puebla) reafirmó la fuerza de la cocina mexicana; Cascabel (CDMX) destacó por su labor en preservar y difundir nuestras tradiciones; Crudo (Oaxaca) sorprendió con su visión innovadora; y Mexica Fé (Mexicali) fue premiado por su compromiso con la sustentabilidad.
En la categoría de hospitalidad, Orfebre Cocina Artesana (Nuevo León) recibió el premio al Restaurante de Hotel, mientras que La Cocina del Bizco (CDMX) fue reconocida por su propuesta de especialidades extranjeras.
Una industria que late al ritmo de México
Con la conducción cercana y emotiva de los chefs Zahie Téllez y Mikel Alonso, la ceremonia se convirtió en un viaje que recordó a todos los presentes que la gastronomía es mucho más que cocinar: es contar historias, abrazar memorias y construir comunidad.
La 34ª edición del Premio al Mérito Restaurantero nos recordó que, detrás de cada plato, hay un sueño, una apuesta y un futuro que México ofrece al mundo con sabor, orgullo y pasión.
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