Darina: la pausa, el renacer y la fuerza de una voz luminosa
- Gris Cruz

- 20 sept
- 2 Min. de lectura

Monterrey, Nuevo León. Hay entrevistas que trascienden el simple intercambio de preguntas y respuestas. Con Darina, la charla se convirtió en un viaje íntimo, lleno de sinceridad, de aprendizajes y de una energía contagiosa que dejó claro por qué su historia merece ser contada una y otra vez.
Su nombre resonó fuerte desde 2002, cuando se convirtió en la ganadora de Operación Triunfo México, y desde entonces el público la asoció con una voz poderosa y un carisma entrañable. Pero lo que pocos saben es todo lo que vino después: escenarios en Europa, la experiencia de compartir con artistas como Phil Collins, la oportunidad de participar en proyectos de doblaje para Disney y, al mismo tiempo, los obstáculos de la industria que la obligaron a replantearse su rumbo.
En Monterrey nos habló con una calma sorprendente sobre esa etapa:
“Aprendí a dominar la bestia del ego, a darme cuenta de que el aplauso no lo es todo. Tenía que volver a mí, reencontrarme con lo invisible: con mi familia, con los afectos, con lo que no se compra”, compartió.
Esa pausa que en su momento parecía un freno, terminó siendo el impulso que la devolvió más fuerte. Durante un tiempo incluso se adentró en la política, usando su voz de otra manera, buscando acompañar a la gente desde otro espacio. Y aunque la música parecía esperar en un rincón, en realidad estaba madurando, preparándose para volver con una frescura distinta, más íntima, más consciente.
Hoy Darina regresa con un plan tan sólido como honesto: lanzar nueva música cada pocos meses. El inicio de esta etapa se llama “Sol de mi luna”, un tema que nació de la espontaneidad en una reunión, con guitarras y saxofón, y que quedó registrado casi en una sola toma. El resultado es un sonido sensual, luminoso, con tintes jazzeados, donde su voz brilla sin esfuerzo, como si estuviera flotando.

Imagen de Polaroid tomada del Facebook de la artista
“La inspiración vino de la fiesta, de la improvisación… y creo que eso le da esa magia tan orgánica”, nos confiesa entre risas. Ese mismo sentido de libertad es lo que ahora guía su carrera: ya no se trata de perseguir la perfección de la industria, sino de crear desde el corazón, con congruencia y autenticidad.
En persona, Darina transmite lo mismo que proyecta en su música: energía, alegría, congruencia. Vibra, sonríe y habla desde la verdad de sus experiencias, sin máscaras. Por eso, más que una entrevista, lo que vivimos en Monterrey fue un encuentro con una mujer que ha sabido reinventarse sin perder su esencia.
Y como todo lo valioso, este momento no fue casualidad. Fue posible gracias a Sokol Producciones, que logró alinear tiempos y caminos para hacer realidad un encuentro que parecía improbable en la agenda de esta artista bella por dentro y por fuera. Al final, coincidimos en el lugar y momento perfectos para conocer más de Darina, y descubrir que detrás de su voz hay una mujer que canta la vida misma con luz y congruencia.
Conoce toda esta maravillosa charla dando click aquí:





















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