La Ciudad de México se viste de fútbol: la fiesta que "apapacha al mundo"
- Jaydee Turru
- hace 41 minutos
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Nadie se quedará fuera de la gran fiesta futbolera del próximo año. Esa fue la promesa que se escuchó entre risas de niñas, aplausos de padres y la emoción que flota cuando un balón rueda por la cancha.
La Secretaria de Turismo de la Ciudad de México, Alejandra Frausto Guerrero, en nombre de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, y personalidades invitadas inauguran el Torneo Oficial de Fútbol Infantil Comunitario Ollamaliztli, el primero de muchos encuentros que marcarán el camino rumbo al 2026, cuando la Ciudad de México vuelva a ser escenario del evento futbolístico más importante del planeta.

Este torneo no sólo celebra el fútbol: celebra a la gente. A la niñez, a la comunidad, a la diversidad que hace de la capital mexicana un mosaico vivo de historias y sueños.
Fútbol sin fronteras: el juego que une
Porque hay algo en el fútbol que derriba muros.Como dijo Michel Bauer invitado al evento, “une a las personas, las hace sencillas y las vuelve parte de algo que no tiene fronteras ni discriminación”.
En un mundo donde más de 120 millones de personas viven desplazadas, este torneo se vuelve un símbolo de esperanza. Niñas y niños refugiados pueden participar en cada juego, recordándonos que el deporte puede ser un refugio, un idioma universal que no necesita traducción.
México, y especialmente su capital, mostró una vez más su rostro solidario, ese que “apapacha”, palabra que —como recordó una de las invitados internacionales— significa abrazar con el alma. La Ciudad de México "apapacha" a quienes llegan buscando una nueva oportunidad, y el fútbol es el abrazo perfecto.
Un legado que apenas comienza
El Torneo Ollamaliztli no será un evento aislado, sino el inicio de un legado. Porque, como afirmó Alejandra Frausto, “este torneo es una lección de civismo, de cómo jugar limpio, de cómo convivir en comunidad”. La meta es que se repita año con año, como el Maratón de la Ciudad de México, y que las generaciones futuras recuerden este primer mundialito como el inicio de una gran tradición deportiva.
De hecho, más de 700 niñas y niños jugarán en esta primera edición. Ellos serán los primeros campeones y embajadores de un sueño colectivo: que México juegue fútbol todos los días, en todas las escuelas, con todos los niños y niñas del país.
Invitados al evento; Félix Aguirre, Director del estadio Banorte, Michel Bauer, Jurgen Mainka, Director del torneo de la Copa Mundial de la FIFA 2026 en México, Franco Bavoni representante de Mikel Arriola Jefe de la Oficina del Presidente de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) (Femexfut), Jessica Braver, Jefa de la Oficina de Coordinación de las Naciones Unidas en México ONU, Fernando Carrera, representante de UNICEF en México, Isabel Velasco Luna representante UNICEF, Laurent Duvillier representante UNICEF para Latinoamérica y el Caribe, Giovanni Leppri, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Alejandra Carrasco ACNUR, Ximena Mata, Fundación FEMSA , Patricio Hernández Sanz, en representación de Carla Juan del Banco BANORTE, Alejandro Ibarra representante de ADIDAS, Javier Peralta, director de INDEPORTE, Pamela Reducindo, representante de Pablo Vázquez de la Secretaría de Cultura, y Carlos McKinley, Director General de Servicios Metropolitanos (SERVIMET).
Una ciudad que se prepara para recibir al mundo

El balón rodará hasta el Estadio Banorte (Azteca), dónde el 11 de junio de 2026 se vivirá un momento histórico: el tercer partido inaugural de un torneo internacional de fútbol en la misma sede.Y para esa fecha, la capital estará lista.
Con más de 710 hoteles y 63 mil habitaciones, la Ciudad de México recibirá a más de 5.5 millones de visitantes en medio de una atmósfera vibrante. Las Zonas Fest —una por cada alcaldía— permitirán que la emoción se viva en cada esquina, y que nadie se quede sin celebrar el futbol en comunidad.
El museo, los ídolos y el espíritu eterno
Junto al Estadio Banorte (Azteca), se construirá el Museo del Fútbol de la Ciudad de México, un espacio dedicado a la memoria y la pasión. Allí, donde brillaron Pelé y Maradona, la historia volverá a escribirse. Porque este lugar no sólo guardará trofeos, sino emociones: las de un país que late al ritmo del balón.
Apapachar con el alma: el mensaje esta en la cancha
“Gracias a México, a la Ciudad de México, al deporte y a este mundial que llega para apapachar a las niñas y a los niños refugiados”, se escuchó entre los discursos. Fue el cierre perfecto: un mensaje que trasciende el fútbol para recordarnos que el juego, en su forma más pura, es un acto de amor, de pertenencia y de esperanza.
Porque en esta ciudad donde el fútbol se juega en las calles, en las canchas y en el corazón de la gente, cada gol será un abrazo. Y cada niño, una promesa de futuro.
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