Nuevo León, la sede más norteña del Mundial 2026: orgullo, sabor y pasión por el fútbol
- Jaydee Turru
- 30 oct
- 2 Min. de lectura
Desde el corazón de la Mole hasta el alma de sus montañas, Nuevo León se prepara para recibir al mundo con la energía inconfundible del norte. A escasos meses del arranque del Mundial 2026, el estado encabezado por el gobernador Samuel García Sepúlveda presentó oficialmente su propuesta: ser la sede más norteña —la que vibra con el acordeón, el cabrito y la pasión por el balón.
Más que un evento deportivo, el Mundial será una celebración de identidad. “Queremos que quienes lleguen a Nuevo León sientan lo que es ser norteño: la música, la comida, la fiesta, pero también el trabajo, la fuerza y el orgullo de nuestra tierra”, destacó García ante autoridades, empresarios y medios reunidos en la Ciudad de México en el Frontón México.
La presentación fue todo menos formal: entre risas, modismos y ese característico acento regio, se explicó el ABC del lenguaje norteño —de “compadre” a “te la bañaste”—, mientras los asistentes degustaban glorias de Linares, chicharrón de arete y unos buenos tacos de carne asada.
Pero detrás del folclor hay una visión de futuro. Nuevo León contará con infraestructura de primer nivel, desde su renovado aeropuerto internacional y nuevas carreteras hasta un Fan Fest histórico en el Parque Fundidora, con capacidad para 120 mil personas y 40 días de fiesta continua. “Vamos a tener el Fan Fest más grande en la historia de FIFA”, aseguró el mandatario con la expectativa de romper un récord.
A la par, se prepara una ciudad viva, conectada y llena de experiencias: el Paseo Santa Lucía, las grutas de García, el cerro de la Silla, el barrio antiguo y las presas de Santiago, donde los visitantes podrán disfrutar de naturaleza, música, gastronomía y hospitalidad regia.
La historia futbolera de Nuevo León también se hace presente: fue aquí donde nació la primera ola en un estadio, en 1984, y donde la Selección Mexicana alcanzó los cuartos de final en el Mundial del ‘86. Hoy, cuatro décadas después, la pasión vuelve a encenderse.
Con nuevos vuelos directos, hoteles en expansión y el entusiasmo de su gente, Nuevo León no solo promete ser una sede mundialista: quiere ser una experiencia completa.
Porque en el norte no solo se juega fútbol… se vive, se canta, se celebra.Y este 2026, el mundo entero sabrá lo que significa ser norteño.
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